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My Bloody Valentine – Loveless (1991)

«Loveless» corresponde a la cumbre creativa del movimiento que se conoce históricamente como shoegaze, y una de las obras más completas e imprescindibles de la música independiente de los ‘90.

El sonido alcanzado por My Bloody Valentine en su segundo y último material fue fruto de años de búsqueda. Para contextualizarnos, su primera incursión discográfica, grabada en Berlín, no tuvo los resultados que la agrupación esperaba y dio lugar a cambios en la formación. Una vez asentados en Londres, Debbie Googe se integró como bajista mientras que Tina Durkin dejó la banda. Con estos integrantes editarían 3 EP hasta que Conway decidió dejar la agrupación siendo reemplazado por Bilinda Butcher en voz y a su vez también aportando con una nueva guitarra. Sería finalmente con estos nombres que el sonido de My Bloody Valentine comenzaría a enfocarse realmente, dando origen a dos EP que recibieron excelentes críticas y perfilaban el nuevo sonido: «You Made Me Realise» y «Feed Me with Your Kiss», ambos de 1988 y ambos lanzados mediante Creation Records, detalle que no será menor.

Para Creation Records, en particular para Alan McGee, co-fundador y director del sello, se suponía que la grabación del material tomaría algunos meses como el común de los álbumes, suceso que se extendió por más de dos años, supuestamente dejándolos al borde de la quiebra. En ese interminable proceso de gestación del álbum, a Alan McGee le fue prohibida la entrada al estudio hasta tener el modelo terminado. Este sujeto, contando el tiempo y dinero involucrado, comenzó a impacientarse llegando a rogarle a Kevin Shields, líder de la banda, que terminara de una vez por todas con el material. La relación entre ambos era tensa y áspera, pero el álbum finalmente fue del agrado de ambos. Sin embargo, esto no fue impedimento para que McGee se deshiciera de My Bloody Valentine luego de la grabación, pues no soportaba a Shields y para él le era imposible admitir una nueva grabación con este extraño individuo, ya que literalmente lo volvía loco y era una pérdida millonaria para la entidad.

Una de las razones por las que la grabación tomó más de dos años en parte se debió a su laboriosa experimentación dentro de estudio. De hecho, a veces pasaba semanas sin resultado alguno. Al publicar el álbum, el concepto que Shields deja en evidencia es que la música es lo más importante, por sobre incluso quienes la interpretan. Esto se desprende de la ausencia de fotos de los integrantes de la banda en contraste con lo que aparece en el registro del debut de la banda (1988). Sin embargo, en ese tiempo ya disputaban la importancia de aparecer junto a sus obras, guardando un poco de anonimato bajo imágenes borrosas y sobre expuestas. El egocentrismo relacionado con la imagen nítida, pulida y bella no era una característica de personalidad que mezclaran con su obra. Además, hay una textura que figura en todo el disco, haciéndola parecer una obra de 48 minutos y 36 segundos dividida en movimientos, canciones, pero que evidentemente forman parte de un todo. La transición entre uno y otro tema es difusa y otorga esa sensación de continuidad a lo largo de la totalidad la grabación.

En adición a lo anterior, describo también la idea que la voz sea un instrumento más, no dejando que las palabras sobresalgan notoriamente de las capas de guitarras como ocurre habitualmente en el pop, y utilizando creativamente las distintas tonalidades y texturas vocales de Bilinda junto al apoyo de Shields. Las letras por su parte se envuelven dentro de un aura de misterio por no ser fácilmente distinguibles, aspecto que se apoya en no incluir la transcripción de ellas en ninguna parte (Shields bromeaba con el asunto diciendo que a veces le daban ganas de calificar los intentos de decodificación de los fans de acuerdo al porcentaje de aciertos que tenían). En todo caso, el hecho que las letras no sean del todo inteligibles no les resta importancia en el trabajo. Shields y Bilinda empleaban de 8 a 10 horas seguidas antes de intentar grabar las voces, escribiendo las letras a altas horas de la noche. El tratamiento que se le dió a la voz (en ocasiones era sampleada y reutilizada dentro de un misma canción), la interpretación de Bilinda es probablemente una de las características distintivas de la obra, en relación a su voz de ensueño, sensual y, desde mi punto de vista, natural.

En conclusión, es en este disco donde las ideas de Shields toman su forma definitiva y dejan en evidencia la esencia de su música: la predominancia de las guitarras y el tratamiento de la voz, cubriendo las líneas de bajo con las otras texturas y dejando a la batería como un elemento relevante y complementario, pero no crucial en el ánimo o intención a expresar.

El resultado final de «Loveless» corresponde además a la expresión del sentido que Shields tenía del pop en particular, rompiendo los esquemas de composición clásicos en dicha área, y por la música en general, llevando al extremo las posibilidades de experimentación dentro de la estructura clásica que otorga una canción, con una idea sumamente simple detrás, pero explotada a más no poder. Melodía y distorsión en armonía.

01. Only Shallow (4:17)
02. Loomer (2:38)
03. Touched (0:56)
04. To Here Knows When (5:31)
05. When You Sleep (4:11)
06. I Only Said (5:34)
07. Come in Alone (3:58)
08. Sometimes (5:19)
09. Blown a Wish (3:36)
10. What You Want (5:33)
11. Soon (6:58)

Editado 4 de noviembre de 1991
Creation / Sire
Total: 48:36

(MP3 @ 320) – MEGA
Pass: thetimeisdead