En el día de hoy presento el tercer disco de esta agrupación escocesa, y el primero con su formación clásica (Robin Guthrie, Elizabeth Fraser y Simon Raymonde). Constituye el primer trabajo en el que de forma completa se sientan las bases del inigualable estilo que tiene Cocteau Twins a la hora de entender la música. Comenzaron su carrera como una interesante propuesta Darkwave, pero también se apreciaban retazos cada vez más importantes de lo que realmente estaban buscando, hasta que lo encontraron con este peculiar y sorprendente material publicado en el año 1984.
La música en Treasure se apoya en los dos elementos fundamentales que la hacen única y especial: la voz de su vocalista, Elizabeth Fraser, y el trabajo de Robin Guthrie para sacar de las guitarras sonidos que uno no imaginaría que fuese posible mediante multitud de inimaginables efectos. Con ambos elementos, construyen canciones que lejos de ser temas pop accesibles, constituyen una suerte de ensoñaciones en las que la voz de Liz, entonando multitud de tonos para enlazar capas vocales y arpegios con unas letras muchas veces incomprensibles (cabe destacar que Liz elige las palabras por su sonoridad y por lo que evocan, no por su significado), acompañada por la arquitectura sonora de sus compañeros, dan como resultado unos temas musicales de gran valor onírico e innegable originalidad.
El material abre de forma magistral con Ivo, dedicado en concepto de agradecimiento al cofundador de la discográfica 4AD, Ivo Watts. A continuación, la famosa Lorelei, canción pop inclasificable (se acuñó la etiqueta de “dream pop” para definir canciones como ésta) con mayor protagonismo del ritmo para recalcar los juegos vocales. Vendrán después miradas oscuras y atmosféricas, como en los temas Beatrix (de sonoridades barrocas y medievales) Persephone y Cicely (las más oscuras del disco), atreviéndose incluso a homenajear el jazz-rock (Pandora), o los últimos halos de psicodelia (Otterley). Para finalizar, nos regalan Donimo, una larga oda que resume de forma sublime la llamativa propuesta del grupo.
Liz desde lo mas profundo de su ser alquímicamente transforma los desgarradores dolores del abuso sufrido de parte de su familia y el abandono físico y emocional de su madre en letras muchas veces indescifrables, y en contraposición a ello despierta la más absoluta ternura a través de su canto celestial. Es difícil imaginar cómo desde un ser con tanto sufrimiento reprimido pueda emanarse una voz que pareciera directa del edén. Creando nuevas realidades, ha abierto la puerta de su mundo interior, y el de cada uno que la escuchamos; mientras los envolventes sonidos extraídos de su instrumento, Robin, presentan el escenario perfecto para el desarrollo y despliegue de esta singular experiencia.
Cocteau Twins fue, casi en la sombra, uno de los grupos más influyentes de la música alternativa que se gestó a partir de los años ‘80. Fue el punto de partida del pop más ambicioso que se haría con posterioridad. Una auténtica banda de culto con una calidad incuestionable, a descubrir por muchos.
En conclusión, es un disco digno para escuchar a profundidad, no sólo por sus atributos creativos y emocionales imperecederos, sino también por formar parte de una etapa coyuntural del pop y de una época gloriosa para su compañía discográfica, 4AD.
Un material inescuchable para el líder de este blog, una de nuestras pocas discrepancias musicales, y espero que algún día le brinde una vigésima oportunidad.
01. Ivo (3:53)
02. Lorelei (3:43)
03. Beatrix (3:11)
04. Persephone (4:20)
05. Pandora [for Cindy] (5:35)
06. Amelia (3:31)
07. Aloysius (3:26)
08. Cicely (3:29)
09. Otterley (4:04)
10. Donimo (6:19)
Editado 1 de noviembre de 1984
4AD
Total: 41:28
(MP3 @ 320) — MEGA
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