1980 / 80s / Black Sabbath / Británico / Dio / Doom / Hard Rock / Metal

Black Sabbath: Heaven & Hell (1980)

Es la primera vez que al tener que escribir acerca de un disco no sé por dónde comenzar. Además de encontrarme muy afanada a causa de esta época de prontos exámenes y me encuentre un poco bloqueada para pensar en muchas cosas más, en relación a este material tengo mucho para decir pero a la vez no quiero decir nada, porque no creo que sea necesario. Enviándole mensajes al líder del blog contándole lo que me ocurría, su respuesta fue: “Y, fácil, comenzá con la salida de Ozzy“, pero a pesar que me conozca como nadie, no sé si me entendió, ¡debido a no se debía a eso mi pseudo malestar!. La realidad es que puedo hablar “muy suelta de lengua” de innumerables álbumes, artistas y agrupaciones, pero cuando debo nombrar a Ronnie James Dio, me inunda un respeto inquebrantable, al que sólo puedo callar, una veneración casi mística que no siento ¡ni siquiera! por el nombre de la persona que tengo tatuada en mi brazo (Steven Patrick Morrissey). Este suceso me conlleva a pensar que todo lo que pueda escribir acerca de Ronnie está de más, y es totalmente inútil, dado que no puedo decir nada sobre su persona sin que me inunde la emoción, pero bueno, veamos qué sale…

En el año 1979, a causa de la presión de la compañía discográfica para que concluya el último material de Black Sabbath, la falta de ideas de Ozzy Osbourne a raíz de sus adicciones que bloqueaban hasta el mínimo pensamiento racional que un individuo normal puede llegar a tener, y el desgano de los demás integrantes de la banda por motivos similares, Tony Iommi decidió cortar por lo sano y desvincular a Ozzy de la agrupación. Sharon, la hija del representante y futura esposa de Ozzy, propuso que Ronnie James Dio sería un digno reemplazo, y dicha sustitución generó una terrible controversia para los fans más ortodoxos, ya que ¿Cómo un tipo que venía de una banda que llamada Rainbow (Arco Iris) y que hablaba de “hombres en la montaña plateada” iba a poder transmitir la oscuridad que transmitía incesantemente su Black Sabbath clásico?. No sé, yo lo único que puedo decir al respecto es que su inclusión con “Heaven and Hell” fue la primera propuesta verdaderamente heavy de la agrupación, dado que aunque para muchos (miles, millones) Sabbath desde su génesis ha sido la creadora del género, ese concepto a mí nunca me convenció.

Sumergiéndonos en el disco en cuestión, al ver el salto de calidad vocal que obtienen con la entrada de Dio, los demás integrantes de Sabbath comienzan a trabajar en los nuevos temas de otra forma y se produce un cambio radical en el estilo de la banda. Técnicamente hablando, el material es impecable, sin olvidar la presencia en producción del histórico Martin Birch. Todo suena diferente y muy fresco: (sólo por ejemplificar algunos ítems) El bajo de Geezer Butler (luego de histeriquear hasta el hartazgo con dejar la banda) nunca había sonado mejor, creando una atmósfera profunda y sólida, en los nuevos matices musicales podemos escuchar a un inmejorable Tony Iommi, genio y motor de Sabbath (si era eximio antes de esto, con este material se superó a sí mismo), presentando riffs más claros y poderosos, inundando de belleza la sublime e imbatible voz de Dio, orientando sus letras hacia un lado más fantasioso; y dejando atrás la lírica recurrente y toques de jazz por demás comunes a los que Ozzy ya tenía acostumbrado a todo el mundo.

Neon Knights, primer tema del álbum, es un verdadero himno de la resurreción de Sabbath, el comienzo más poderoso y emotivo que he escuchado, ya que lo considero un completo canto a la libertad, quizás dirigida mucho más a las huestes del rock duro de aquella época, que se venían tambaleando de aquí hacia allá un tanto agobiadas por el ascenso de la música punk, que (por suerte) ya comenzaban a dar sus últimos manotazos de ahogado.

Children of the Sea… ¿Qué decir acerca de este tema?, La letra presenta un mensaje apocalíptico que recuerda un pasado idílico que jamás volverá, acompañada perfectamente con la música. En la parte del solo, los teclados de Geoff Nicholls suben de intensidad y le brindan una especie de aura bíblica a la parte de Iommi. El final queda muy rotundo gracias a la melodía vocal de Dio haciendo del mismo riff principal, algo casi distinto.

Lady evil (es de esos temas que, como mujer, me encantan como dedicaciones románticas) comienza con un bajo muy nítido y setentero, al cual después se une la melodía de la guitarra, haciendo un riff enigmático, utilizando acordes que no están presentes en la escala en la que está la canción (espero haber sido clara, no soy la más idónea en técnica musical), fórmula en la que Black Sabbath fue precursora, y a la que después se unirían géneros como Thrash, Doom y Gothic. Eso hace que la canción presente un aura bastante oscura. La letra es una típica composición de Dio, épica y fantasiosa. Recordemos la razón por la cual probablemente Ronnie dejó Rainbow, debido a que Blackmore deseaba cambiar la temática de las letras y darle otro rumbo. Sin embargo, la historia ha demostrado que Dio no era el que estaba en el camino erróneo u obsoleto.

El momento cumbre, no sólo de este disco, sino del género en sí, llega con la canción homónima. Si bien los instrumentistas son clave, esta canción es Dio y nadie más que Dio en su máximo esplendor. Él es quien, con su voz sin precedentes, lleva el tema hacia hacia donde deseé, dado que es melodioso cuando debe serlo y agresivo a medida que la música de intensifica, explotando de forma prodigiosa y concluyendo con unos coros que nos trasladan hacia los lugares que lograron brindarnos con este material: el Cielo y el Infierno.

Wishing Well es una canción que siempre me transmitió mucha alegría y optimismo, muy Hard Rock, con riffs impecables, rápidos y a la vez melódicos, todo en una sola canción, sumados a los épicos estribillos de Dio, y un final que no podría ser mejor.

Y aquí viene algo grande: Die Young. El comienzo celestial que nos brindan el teclado y la guitarra para luego trasladarnos, con la batería y una guitarra predominante, al fondo del abismo. Iommi no podía alcanzar una perfección mayor. Con respecto a la letra y voz de Dio, no añadiré nada más, debido a que serían puras recurrencias. En conclusión, una canción tan fuerte y poderosa como si fuese alguien que viviese la vida al límite porque sabe que morirá jóven.

Walk away es el tema que, tal vez, esté más alejado de la temática del álbum, ya que aunque no deja de ser bueno, no me transmite mucho. De todas formas, es más que destacable el hecho que en un disco sólo separemos los temas por “muy buenos” y “excelentes”, ninguno malo ni descartable. De eso se trata “Heaven and Hell”.

La conclusión llega de la mano de un gran Lonely is the word. El trabajo del baterista Bill Ward es más valorable en esta canción; aunque la mayor parte del tema nos la pasamos escuchando el solo de Iommi, no aburre enningún momento. Un gran final adornado por el teclado nos deja un gran sabor y sedientos de más.

En resumen, el trabajo que Dio presentó como vocalista resalta facetas tan diferentes y con un contraste tan marcado debido a que Ozzy realmente nunca ha tenido una presencia vocal tan sólida y contundente. A pesar de haber hecho buenos materiales, desconoce por completo el concepto de “excelencia”, sumado a que con el tiempo seconvirtió en no más que un frontman, por el sólo y simple resultado de su personalidad extrovertida.
Hasta me atrevo a decir, aunque me gane el odio de más de uno, que la definición que se le adjudicó a Ozzy como “Padre” del Heavy Metal es bastante mercadotécnico.

Ronnie, el trono del Metal te pertenece a vos, you died too young.

01. Neon Knights (3:53)
02. Children of the Sea (5:34)
03. Lady Evil (4:26)
04. Heaven and Hell (6:59)
05. Wishing Well (4:07)
06. Die Young (4:45)
07. Walk Away (4:25)
08. Lonely Is the Word (5:51)

Editado 25 de abril de 1980
Warner Bros.
Total – 39:51

(MP3 @ 320) – Descargar MEGA
pass: thetimeisdead