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Babasonicos: Pasto (1992)

Hoy traemos un nuevo capítulo de la sección «hagamos memoria» (y puteemos en silencio).

¿Y por qué digo esto? Los que hayan leído el review de «Trance Zomba» allá lejos y hace tiempo sabrán más o menos de qué viene esto. Y uno no quiere caer en la repetición de siempre, pero es así. Me duele en el alma ver la «evolución» (como esos fans totalmente ciegos dicen) de la banda desde este tiempo a la actualidad. Por supuesto, después sale alguno a quejarse de lo que uno pone, de que «no entiendo» de que «estoy cerrado» y esas payasadas. No señores. El caso Babasónicos no es un caso de no entender o de ser cerrado. Es un caso total y absoluto de «nos olvidamos de nuestras raíces, orígenes, del Sai Baba, de la experimentación, de las letras inteligentes, de la buena música, de los fans y ahora nos importa el dinero, la radio, las pendejas putitas y los caretas».

Es más, en una entrevista encontré esto:

  • ¿Qué opinarían los babasónicos de «Pasto» sobre los babasónicos de «Mucho»?
  • ¡Que somos unos genios!
    (Mariano Roger si mal no recuerdo)

Bueno Mariano, a mi me tapó el agua. Porque cuando escucho las declaraciones actuales de la banda suenan como si renegaran de esos primeros discos (incluso tocando NADA en sus recitales) y que lo único que importa o que tienen es la época Pos-«Jessico» (el principio del fin), lo cual es un absurdo total. Pero como a mi me dijeron en el post de «Trance Zomba», que soy cerrado y no sé que más, les digo yo al público «nuevo» de la banda (no tienen más de 22 años) que todo lo que salió después de Miami muestra un ablandamiento musical y lírico absoluto. Canciones totalmente simples y baratas («Y qué?»), discos de media hora de duración, cada vez más lejos de ofrecer algo musicalmente novedoso, o que suene realmente bien.

«Eleven sus mentes, y dejen que el instinto fluya!»

[la facha que tenían, qué genial]

Y no quiero decir tampoco que «Pasto» sea algo tan grande como «Canción Animal» o «Dynamo». Pero la realidad es que «Pasto» suena original, loco, experimental, con un poco de todo. Un disco totalmente volado. Que a pesar de que tiene 20 temas, la mayoría son cortos, tipo «interludes», pero que son parte clave del álbum. Ya en esta época los muchachos de Lanús armaron una relación con Daniel Melero y con Gustavo Cerati lo que sería vital para que el álbum fuera bien recibido y para ser teloneros de Soda en la época de «Dynamo».

Lo primero que conocimos todos fue el primer single, D-Generación. El clip ingresó con insistencia en los canales de música y mostraba un lado agresivo, aunque si se quiere con letras bien adolescentes, pero con un sonido totalmente fresco y original. Y díganme la verdad… ¿Quién no corea el estribillo mientras lo escucha?.

Otro de los clásicos es «Sobre la Hierba». Y la verdad es que un tema que samplea el épico «Mustapha» de Queen no puede ser malo. Y claramente «Sobre la Hierba» es uno de los himnos más grandes de Babasónicos. No estamos en el nivel complejo que vendría más adelante pero empiezan a aparecer cosas como «Es muy tarde y papá no llegó a casa. Está perdido en un desierto de palabras»

Dentro de los 20 temas del disco yo diría que «canciones propiamente dichas» hay sólo 10 (11 si cuento «Fiebre Roller»). El resto son experimentos cortitos, que van desde la intro a algo bien volado como «Guarda D.P.!» (D. P. es por DJ Peggyn, que aún no era miembro oficial) que no sé entiende bien si es un simulacro de asalto o qué carajos… «Mutha Fucka» suena tipo un zapping radial entre el que se distingue «Fear of a Black Planet» de Public Enemy y la intro de «Stop!» de Jane’s Addiction.

Una explicación quizás para todos esos separadores sea la idea que dijo el bajista Gabo Manelli cuando salió el disco, «Un disco sin silencio». Y es verdad. 51 minutos sin pausas entre las pistas, sino que todo tiene un ritmo frenético, pero en un momento llega un instante de paz, y a mi entender es el tema más importante del álbum. «Sol Naranja» suena hippie por donde lo escuchemos, son casi 5 minutos de una meditación, de amor, de paz. Un tema de amor, y tener amor es justamente como tener Dios. Y para Dárgelos es suficiente.

Si de mi hubiera dependido, ordenaba los temas de otra forma para que «Sol Naranja» sea el cierre del disco. Pero después nos queda el inexplicable «Umito» que es como la intro del último tema en sí, «Margaritas». («Te comiste mis margaritas y eso lo tendrás que pagar»). Y al final si tenemos el redundante ‘Trash mix’ de «D-Generación», que no debería estar incluido porque no aporta absolutamente nada.

Para finalizar digo que «Pasto» no es el mejor disco de la banda ni por asomo, pero es una declaración de principios adolescente. Un debut como debe ser. Dejando a las claras que esto es un «ensayo» para lo que vendríaaños después con «Trance Zomba» y «Dopádromo».

A disfrutar!

01. Intro (0:10)
02. D-generación (3:50)
03. Tripeando (3:58)
04. 41″ de ocio (0:42)
05. Sobre la hierba (4:37)
06. Chicos en el pasto (3:26)
07. Canción de la bandera (0:41)
08. La Era del Amor, Pt. 1 (1:29)
09. Natural (3:30)
10. Mutha Fucka (0:51)
11. Somos la pelota (3:22)
12. ¡Guarda D.P.! (0:53)
13. Bien (5:36)
14. Listo (0:14)
15. Indios (3:22)
16. Fiebre roller (0:52)
17. Sol naranja (4:44)
18. Umito (0:39)
19. Margaritas (4:42)
20. D-generación (Trash mix) (3:53)

Editado 19 de diciembre de 1992
Sony
Total: 51:31

(MP3 @ 320) — MEGA
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